Un Sant Jordi muy especial

Es una de nuestras fiestas favoritas. Y cómo iba a ser de otra forma: celebramos que vivimos y que amamos, ensalzamos las fantasías, los cuentos, las historias, disfrutamos del momento de máximo esplendor de la primavera. ¿Pero cuál es el origen de tan bella celebración?

Seguro que conocéis la leyenda desde bien pequeños. Pues, aunque obviamente tiene muchísimo de fantasía, también tiene algo de real, porque el caballero Jordi realmente existió. Y fue valiente y rebelde y antepuso sus valores a su propia vida.

El verdadero Sant Jordi

Nació en la Capadocia en el siglo III. Muy joven se convirtió en un capacitado soldado cuyo valor e inteligencia eran más que notables, por ello se ganó un puesto en como guardia personal del emperador Diocleciano. Pero en el año 303 la situación cambió radicalmente: el emperador emitió un edicto autorizando la persecución de los cristianos por todo el imperio, pero, Jordi, confesándose también cristiano, abandonó las armas y se negó a acatar las órdenes. El Emperador conminó a Jorge a apostatar, pero éste rehusó renunciar a su fe y a sus valores ¿El desenlace? El usual en la época: martirio y decapitación. Los datos históricos aseguran la fecha de la ejecución fue el 23 de abril, cuando el mártir contaba apenas con treinta y pocos años.

Años más tarde, por allá por el siglo XI, nacería la leyenda simbólica que dio, con muchas transformaciones e interpretaciones, la vuelta al mundo. Sí, sí, incluso llegó a Japón

Una festividad internacional

Para los vascos es Gorka o Jurgi; para los croatas, Juraj; para los suecos, Göran. En el dialecto ligur se le conoce como Zorzo y en gaélico, como Seoirse. Sant Jordi ha prodigado su nombre y su popularidad en la práctica totalidad del planeta, gracias tal vez a la conmovedora historia ligada a su figura y ésta, a su vez, al valiente soldado que fue realmente.

La importancia de la fiesta de Sant Jordi para promover el libro llevó al organismo de Naciones Unidas que vela por la Cultura y la Educación, la UNESCO, a declarar el 23 de abril Día Internacional del Libro y de los Derechos de Autor. Desde 1996, más de 100 países reconocen y celebran el Día del Libro en esa fecha.

El libro

La asociación de esta festividad a los libros tuvo lugar a principios del siglo XX de la mano del escritor valenciano Vicente Clavel, que propuso a la Cámara Oficial del Libro y el Gremio de Libreros de Catalunya fijar un día para promover la venta de libros. A priori se eligió el 7 de octubre de 1929, pero, debido a su gran éxito, se decidió cambiar la fecha a una época en que el clima fuera más favorable. El día elegido fue el 23 de abril, fecha en que murieron dos importantes escritores: Miguel de Cervantes y William Shakespeare.

La rosa

La relación con la rosa es más antigua que la del libro. Ya en el siglo XV se celebraba en Barcelona una Feria de Rosas con motivo de Sant Jordi, y en ella participaban sobre todo las parejas jóvenes que estaban a punto de casarse. Pero la particularidad de esta fiesta, a pesar de sus orígenes, es que no sólo se regalan rosas entre enamorados: se ofrece a todo aquel por el que se sienta cariño.

La joya

Vale, no existe asociación ninguna , pero, ya que estamos confinados y no lo podemos celebrar en la calle, y ya que Mimoh hace un 20% de descuento en toda su colección y envía gratis, por qué no “decorar” un poco la rosa?